Comenzar en el mundo de las bielas y las dos ruedas puede parecer en principio algo complicado especialmente si tenemos en cuenta nuestra topografía que es quebrada y compleja en cualquiera de las direcciones que queramos desplazarnos incluso cuando en una primera apreciación parece plano.
El promedio de cualquier puerto de montaña en el valle de aburrá es de 15 a 16 kilómetros con una inclinación media de 11 grados o más y esto en relación a los paisajes de muchas otras partes del globo es bastante más retador.
Sin embargo, este tipo de retos no pueden ser una excusa para no intentarlo. No se trata de salir el primer día y subirlos todos, ni siquiera estamos hablando de alcanzar la cumbre de uno de ellos con el primer intento. Realmente lo que hace que podamos avanzar y mejorar el rendimiento en este deporte aeróbico es la constancia.
Este tipo de retos no pueden ser una excusa para no intentarlo.
Se necesitan al menos 20 días de constancia con actividad promedio de 60 minutos para comenzar a percibir cambios en nuestro nivel de resistencia y agilidad con la bici. Pero además en nuestra capacidad de reaccionar frente a imprevistos que puedan ocurrir dentro de las condiciones viales que rodean nuestro entorno.
Por ejemplo el ascenso a la vía Las Palmas en el Oriente de Medellín (uno de los más llamativos para quienes montan frecuentemente) tiene una distancia de 16 kilómetros. Una sana recomendación para enfrentarlo sin fallecer en el intento es inicialmente dividirlo en 3 mini etapas de 5 kilómetros que permitan conocer los detalles de la vía, los momentos más intensos y los momentos un poco más tranquilos para tomar oxígeno y recuperar energía.
Es importante que entiendan que montar en bici es algo divertido y no puede perder esa condición recreativa de alegrar el cuerpo y el espíritu incluso cuando tenga un trasfondo competitivo colectivo como llegar más rápido que tu mejor amigo a un determinado punto de la ruta o personal como disminuir el tiempo de un punto A a un punto B.
Montar en bici debe ser algo divertido.
La pasión no tiene límites pero tu cuerpo si y debes tener claro cómo evolucionar de forma progresiva sin hacer esfuerzos exagerados para evitar lesiones y posibles daños crónicos como el típico dolor de rodilla o cadera. Por ejemplo, si ayer alcanzar una distancia de 10 kilómetros implicó un esfuerzo importante, no trates mañana de multiplicar el trayecto por 5 porque seguramente vas a frustrar o en el peor de los casos terminar con un daño físico por sobreesfuerzo.
Igualmente es esencial que entiendas que cada salida conlleva un aprendizaje especial porque cada vez que te montas descubres cómo sobreponerse a las pequeñas adversidades de las rutas, como la distancia, la calidad del rodaje, el suelo, el clima y los otros agentes viales. Tu cuerpo y mente poco a poco logran un mejor balance y el paisaje se convierte en el motor que te mantiene firme especialmente cuando se tiene un objetivo claro con el entrenamiento.
Cada salida conlleva un aprendizaje
Lo curioso es que con el pasar de los meses te das cuenta que subir Palmas, San Felix, Minas, Alto de la Virgen, o cualquiera de los puertos de montaña locales ya no es tan difícil como lo habías definido anteriormente, ya no es necesario pensar en dividir el recorrido en varios trayectos pues esa disciplina te ha permitido volar alto y ahora de un solo “tirón” puedes alcanzar la cima. De esta forma se van convirtiendo las grandes hazañas en “paisaje”, en algo común, fácil e incluso ordinario. Es entonces cuando te das cuenta que si es posible recorrer distancias como los profesionales sumar 140, 160 y hasta 200 kilómetros en una sola ruta y aunque los tiempos sigan siendo una gran diferencia te atreves a sentirte un poco como Nairo Quintana, Rigo Urán, Egan Bernal o cualquiera de los profesionales. Incluso en parte porque tu entorno social y familiar comienzan a aplaudir esos logros que has ido alcanzando poco a poco.
Así que podemos concluir que el verdadero reto de montar en bicicleta es lograr que lo extraordinario se vuelva ordinario.
David Sánchez Mejía
Periodista, fotógrafo y ciclista aficionado.